jueves, 24 de septiembre de 2015

Obras importantes para violín

A lo largo de la historia, muchos compositores han creado obras importantes para violín, desde obras para el instrumento solo, obras con piano, y obras con orquesta.


Johann Sebastian Bach - Partitas y Sonatas para violín solo



Wolfgang Amadeus Mozart - Sinfonía Concertante 



Ludwig Van Beethoven - Sonatas para piano y violín



Johannes Brahms - Concierto para violín



Max Bruch - Concierto para violín nº1



 Felix Mendelssohn-Bartholdy - Concierto para violín



Pyotr Ilyich Tchaikovsky - Violin Concerto en D 



Dmitri Shostakovich - Concierto para violín nº1



Jean Sibelius - Concierto para violín



Nicolo Paganini - Capricho nº11



Pablo Sarasate - Zapateado 



Saint-Saens - 'Rondo Capriccioso'



Eugene Ysaye - Violin sonata nº3 "Ballade"



Wieniawski - Etude-Caprice Op. 18



Caesar Franck - Sonata para violín y piano



E. W. Korngold - Concierto para violín









miércoles, 23 de septiembre de 2015

Violinistas importantes de la actualidad


Frank P. Zimmerman



Renaud Capucon



Julia Fischer



Shlomo Mintz



Janine Jansen

Leonidas Kavakos



Pinchas Zukerman



Joshua Bell




Julian Rachlin




Gil Shaham

Hillary Hahn



Itzhak Perlman



James Ehnes



Anne Akiko Meyers



Maxim Vengerov



Annie Sophie Mutter



Isabelle Faust



Gidon Kremer

Construcción e interpretación


Las partes principales del violín son la tapa, normalmente de abeto curado, el fondo, de madera de arce, los aros, el mango, el diapasón, el clavijero, la voluta, el puente, el cordal y las aberturas de resonancia o 'efes'. La tapa, el fondo y los aros están pegados para formar una caja hueca. Ésta contiene el alma, una barrita de madera colocada entre la tapa y el fondo, debajo y a la derecha del puente, y la barra armónica, un listón fino de madera pegado en el lado contrario del alma, a lo largo de la tapa. Los dos elementos son importantes para la transmisión del sonido. Además proporcionan un apoyo adicional a la estructura. Las cuerdas van desde el cordal, por encima del puente y del diapasón, hasta el clavijero, donde cada una se ajusta con una clavija de afinación. El instrumentista consigue diferentes notas pisando con los dedos de la mano izquierda las cuerdas contra el diapasón. Éstas vibran cuando el arco, formando un ángulo recto cerca del puente, las frota.
Entre las características más preciadas del violín destaca su capacidad melódica y su potencial de agilidad, que le permite interpretar pasajes brillantes y líricas melodías. Los violinistas pueden también crear efectos especiales por medio de las siguientes técnicas: pizzicato, pulsando las cuerdas; tremolo, moviendo el arco rápidamente atrás y adelante sobre la cuerda; sul ponticello, situando el arco casi encima del puente para producir un sonido delgado y cristalino; col legno, tocando con la vara del arco en vez de con la cinta de crin; armónicos, pisando las cuerdas sin que toquen el diapasón, con lo que se consigue un sonido agudo y aflautado y glissando, al pasar los dedos de la mano izquierda a lo largo de la cuerda para producir una afinación ascendente y descendente.


Historia del violin


El violín surgió en Italia a comienzos del siglo XVI. Parece haber evolucionado a partir de dos instrumentos de cuerda frotada: la fídula, también denominada viella y rebec, y la lira da braccio (instrumento como el violín con bordones separados del diapasón). También relacionado con el violín pero no un antecedente directo, es la viola da gamba, instrumento de seis cuerdas con trastes que apareció en Europa antes que el violín y existió junto con él durante unos 200 años.
Los más importantes violeros fueron los italianos Gasparo (Bertolotti) da Salò y Giovanni Maggini de Brescia y Andrea Amati de Cremona. El arte de la construcción del violín brilló con gran intensidad en el siglo XVII y comienzos del XVIII en los talleres de los italianos Antonio Stradivarius y Giuseppe Guarneri, ambos de Cremona, y del austriaco Jacob Stainer.
Comparado con los instrumentos modernos, el violín antiguo tenía un mango más grueso, menos inclinado hacia atrás, un diapasón más corto, un puente más bajo y cuerdas hechas sólo de tripa. Los arcos antiguos eran algo diferentes en su diseño de los actuales. Estas características constructivas fueron modificadas en los siglos XVIII y XIX para producir un sonido más duro y brillante. Varios violinistas del siglo XX han restaurado y empleado instrumentos del siglo XVIII por considerarlos más adecuados para interpretar la música antigua.